El hecho de que alumnos
de otras licenciaturas (como Filologías o Humanidades) ocupen como becarios el
lugar que debería estar reservado a los estudiantes de la titulación específica
de esta profesión, como ocurre en diarios como los del Grupo Joly que incluso
ha oficializado un convenio al respecto con diferentes universidades, no solo
es un hecho grave que abre las puertas al intrusismo profesional, sino que da
la espalda a la reciente aprobación de la Ley que ha propiciado la creación del
Colegio de Periodistas que, precisamente, tiene entre sus fines la lucha contra
esta lacra profesional y laboral, y que promueve que la única vía de acceso a
esta profesión es la titulación específica de Periodismo o Comunicación
Audiovisual.
Por todo ello, solicitamos
que se revisen esos convenios que en algunos casos solo promueven la obtención
de créditos para los alumnos y cubrir un cupo por parte de las empresas
editoras, e instamos a que se tenga en cuenta la gran responsabilidad que
atesoran los medios de comunicación como garantes de un derecho a la
información que los ciudadanos esperan sea elaborada por profesionales en la
materia.
Desde la FAAP y la
Comisión Gestora del Colegio de Periodistas instamos también a los editores a que recuerden que están obligados a respetar los derechos de los becarios, entre ellos, a percibir una
remuneración y a no utilizarlos como mano de obra barata.
Al hilo
de la denuncia que ya hizo la FAPE, desde
Andalucía reprochamos la precariedad y la
vulneración de derechos salariales y laborales que se ejerce en algunos medios
contra los estudiantes en prácticas, que en muchos casos se prolonga durante todo
el año. No en vano, las asociaciones profesionales del sector han constatado
que la figura laboral del becario está siendo
utilizada de manera perversa por muchas empresas con el exclusivo fin de
favorecer su cuenta de resultados, y destinada a ocupar puestos estructurales y a asumir
responsabilidades fuera de su competencia.Con este motivo, invitamos a los becarios que consideren lesionados sus derechos a que denuncien la situación ante las asociaciones de la prensa de toda España e instamos a la Inspección de Trabajo a que extreme su control respecto a las condiciones de los estudiantes en prácticas.
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